top of page

LVDLC

Este libro entrelaza dos relatos: el de un fotógrafo y el de un hombre ciego, explorando así la intersección entre la visión y la ceguera. Estos dos individuos, con experiencias divergentes, dan lugar a una mirada no correspondida, ya que el fotógrafo no tiene  acceso a la verdad del ciego y éste no tiene forma de ver las imágenes por lo que siempre habrá un punto de desencuentro y desfase.

 

La yuxtaposición de la voz de José María escrita en braille con las fotografías crea un contraste donde palabras e imágenes se entrelazan, revelando múltiples capas de significado y generando un diálogo. El libro se convierte en el punto de encuentro de ambos relatos, donde la mirada converge a través de la experiencia de la textura, a través del objeto libro.

 

A través de conversaciones, relatos de sueños, recuerdos y viajes compartidos, sus interacciones crean un diálogo entre palabras visuales y táctiles, revelando así esta propuesta creativa. Estas imágenes y relatos emergen de momentos de encuentro que resultaron una experiencia para ambos, en el sentido que para las dos partes fue revelada una parte desconocida de la percepción, tuvo lugar un aprendizaje mutuo. El sujeto fotografiado se convierte en agente de sus propias imágenes: él da las directrices de composición a partir de lo que sueña, el fotógrafo aprende cómo aparecen las imágenes en la oscuridad. Cada vez que Jose relata cómo son las imágenes que aparecen en sus sueños y recuerdos, menciona verbos relacionados con el tacto y el sonido, reemplaza el verbo ver por el verbo sentir. De sus relatos el fotógrafo selecciona aquellos más sensoriales, y los imprime en braile en un papel que no es ni transparente ni opaco. Así, los relatos de Jose se convierten en una veladura que se interpone entre la imagen fotografiada y el espectador. 

 

De esta manera el acceso completo y transparente a la imagen es bloqueado también por el efecto de la alteración de las composiciones fotográficas originales. Estas que inicialmente constituían una escena, un retrato, han sido alteradas, desbaratadas (superponiendo otras imágenes, rayando, quemando o inspirándose en el relato para desarticular la imagen),para enfatizar en la dimensión táctil y no visual de la imagen. Se niega la accesibilidad a aquellos dotados de la vista. 


 

Esto resalta la importancia de la diversidad de experiencias. Es importante destacar que para José, las experiencias vividas son valiosas. A pesar de ser ciego, disfruta de aventuras como viajar, ir al río, tocar un cocodrilo, incluso si está muerto, adentrarse en la selva o subirse al techo de una casa. A menudo se asume que una persona ciega no puede disfrutar de todas estas experiencias. Sin embargo, también ha sido una experiencia enriquecedora para mí. Me ha permitido cambiar mi perspectiva y valorar la forma en que percibo la vida y me relaciono con el mundo, cuestionando los límites impuestos por nuestros sentidos.

Link al Video con maqueta

bottom of page